MÓNICA MARES
ANTOLOGÍAS LOVE IN POETRY, Bilingüe, Editado en EEUU, traducida al inglés. Distribuida a todas las universidades de Latinoamérica. ROMPAMOS EL SILENCIO, Editado en Alemania. PRAYERS FOR THE SEA. Editada en EE.UU. SOLO PARA LOCOS l y II. Editadas en Estados Unidos. NO ME INVITEN AL CIELO SI NO HAY VINO. Editada en Chile. Quinta Región. HUELLAS POR LAZ Y EL ARTE. Editada en Colombia y Uruguay. LA OTRA COSTILLA. Editada en Santiago de Chile. POESÍA ITINERANTE. Editada en la Quinta región. Chile. AFTER POETRY. Editada en Valparaíso, Chile. ANTOLOGIA DE LA LUZ. Editada en Santiago de Chile.
BIOGRAFÍA DE MONICA MARES Mónica Tapia Espinoza, nacida en enero de 1948 en Santiago de Chile, especializó estudios musicales en el Liceo Experimental Artístico y en el Conservatorio Nacional de Música, Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Escogió ser Educadora de Párvulos, Profesora de Educación Básica para terminar su formación académica como Orientadora. Universidad de Chile. Solo desde el año 2013, se dedicó a escribir del todo. Esencialmente Poesía, cine, música y obras de Teatro poético - musicales. Trabaja en su Escuela para la poesía Monica Mares. TRAYECTORIA LITERARIA Delegada en Chile de Mujeres Poetas Internacional para organizar los Festivales Internacionales de Poesía GRITO DE MUJER en su sede CHILE-VALPARAÍSO, ya por 10 años consecutivos. Todo este tiempo dedicado a su Escuelas de Poesía. Fue Jurado chilena del Concurso LAIA en Nueva York. PUBLICACIONES - Epígrafe en el Poemario de Doris Melo en Puerto Rico. - Ha prologado 4 libros de Poesía. Dos en Chile, uno en República Dominicana y uno en Alemania.
SOÑÉ QUE HABÍA UN DIOS Soñé que de veras había un Dios. Un Dios único, moreno y rojo. Una entidad llena de poder y arrojo que de tanto en tanto, se nos sale. Soñé con un Dios que vale todos los intentos del amor y sus crucifixiones, como una raya PA la suma: un Dios que avale este vía crucis de pasiones en un final apoteósico y feliz. Soñé con un nuevo sol: un INTI, que nos cubría de justicia y de verdad desde México hasta el cono sur de América, que hería en su fulgor los ojos nunca acostumbrados a lo bello, que cegaba de pavor a los avaros, que los convertía en oro a ellos y a sus sillitas de poder. Soñé que nos reverdecía, que nos erguía y nos sanaba las rodillas, de tanta sumisión acumulada. Soñé que sonreía, apartando o deshaciendo todas las cosas que nos llevan a la muerte, que nos rescataba, y nos salvaba de la perversidad, y nos sanaba de tanta violación, de tanta piel quemada, de tanta herida ulcerada con los corvos y balines Soñé que los niños que nacían traían los ojos abiertos y un solo idioma concentrado en el rizoma del Árbol de Porfirio, donde todos somos uno, un moruno son de trabajo en conjunto y de sabiduría, donde uno somos todos, sobre todo iguales, sencillos y profundamente humanos. Amanecí consolada. Envuelta en una inmensa bandera de lino torcido y blanco con un sol al centro, indoamericano, un instrumento que multiplica el alimento que nos nutre y purifica, que ilumina el futuro y nos lo allana, que en forma natural nos reivindica, para refundar la casa grande, la gran casa INDOAMERICANA.
FUE UNA NOCHE DE MUCHOS AÑOS "Fue una noche de muchos años, madre" ...recuerda mi hijo, abrazándome. .....habían huellas de sangre por las calles. Y una temblada oscuridad de muerte desatada. Premeditada. Era la última noche del papa en la casa. Y por estas cosas que pasan, la familia chilena aprestaba su fractura. La locura iba a estallar en unas horas. ¿Les molestaba tanto que los pobres al pasar llevaran grandes bolsas de comida y en su frente, dignidad? ¿Les hería tanto que nuestros niños morenitos se pudieran vestir como sus niños rubiecitos y que hasta los tuvieran que aceptar en sus mismos colegios por el inalienable derecho que tienen de bien estudiar? Que todos tuvieran trabajo les pesaba tanto en sus ávidos bolsillos, que se hicieron de linchakos para golpear a nuestros CRIOS? A estas horas... en la previa de toda su ignominia, limpiaban sus armas, convencidos, -en mala hora de instrucciones militaroides- de que los pobres eran humanoides que buscaban la venganza por los tantos siglos de abusos, sometido. A estas horas afilaban el odio en sus corvos y cuchillos y revisaban la lista inmensa de aquellos que había que matar. Nosotros "olíamos" su odio y sus intentos, escuchábamos atentos sus sables haciendo ruido. pero confiábamos que Chile jamás fracturaría su historia, su memoria, su honor reconocido por su leal conducta militar. Heridos. Des-alados. Profundamente divididos, este pueblo de hoy no logra sanar de esto, ni revertirlo. Hemos perdido la conciencia, los valores, La Paz y la estrategia, la alegría inmensa de habernos ganado legalmente un PRESIDENTE, que aún erguido e imponente, impoluto, ardientemente, nos alienta y con su sangre, fundamenta un mañana más digno. Y más decente.
¿Y DÓNDE ESTÁN?? No están en los círculos de la luna, ni en los patios de casa alguna. Sé que pasan, buscando a los suyos pa repetirnos en murmullo que aún nos aman, que se derraman en amor sobre nosotras, desde el silencio amordazado, desde sus cuerpos masacrados, pero dignos, pero limpios, pero erguidos, no como sus verdugos: muertos vivos, condenados a vivir con miedo, encerrados en sus uniformes, en remedos de humanos degradados, sepultados en la culpa, ahogados en la sangre de sus corvos, en lo torvo de su voz y de su no mirada, cuantificando sus crímenes por grados. Mejor cantemos. Canciones de cuna a los hijos que no duermen, a los hijos que no entienden por qué no vuelven a cenar, al abrazo fe amor de cada noche, por qué no nos dicen dónde están. Cantemos, canciones de amores y de causas, sin la pausa horrorosa de estos años, de los letales daños que no encuentran su razón ni su verdad, sin dejarnos de sangrar. Cantaremos juntos por las calles, seguiremos cantando porfiados cantares. Cantarán en nuestras voces, gritarán en nuestro grito hasta ensordecer todos los valles de esta América dolida de sus hijos e hijas perdidas, hasta llegar a la verdad más escondida, hasta que nos digan quién les mató y dónde están!!
CARTA ABIERTA A NUESTRO MAURICIO HERNÁNDEZ NORAMBUENA CON EL DEBER DE LA REBELION Ayyyy, RAMIRO!! Yo soy una de las mujeres de tu pueblo que no te merece, que no merece el honor de estar entre las fotos que sostienen tu indoblegable espíritu en las paredes de tu celda. Porque ahí te tiene secuestrada la INJUSTICIA, para acallar tu clara voz y tus principios. De cierto, no eres tú, para nosotros, el asesino. De cierto no eres tú, para nosotros, el secuestrador. SON ELLOS. Siguen siendo los mismos, algo reproducidos, asesinando nos, arrancando los ojos de nuestros hijos, de nuestras madres, secuestrándonos a todos... elegantemente, recién bañados, con licencia de matar heredadas y también la de quedar libres, con sus miradas de corvo y de pirómanos humanos, con sus "explicaciones" insultantes. Fue increíble lo que nos ha pasado anoche. Como salido de ultratumba, llegaste a sentarte en nuestras casas con todos a la vez, en una comunión imprescindible: libertades bien robadas a una celda injusta, de alta seguridad (para los verdaderos asesinos) ... que no atrapa tus alas, ni tu vuelo, ni la solidez de la ética que marca tus justos hechos, tus dignos hechos, defendiéndonos a todos. Anoche me odié. Odié esta candidez de campo que se dejó engañar por una seudo libertad que nunca más volvimos a tener, después que nos vandalizaron nuestra casa de gobierno con nuestro presidente adentro. Después que nos vandalizaron todo el territorio masacrándonos, hasta hoy día, en la más vil alta traición,... y por 17 años? NOOOO!!! Es cosa de mirar las calles y los valles en Estado de Sitio, progresivo, por cierto inconsulto, como actúan los tiranos, tratando de asfixiar con el terror, a sangre y fuego, este coraje ya encajonado, a punto de nacer, en este despertar de una dignidad mayor, irreversible. Ardiente paciencia, querido Mauro. Cada día falta menos. Resiste Esta vez, nos toca a nosotros, defenderte. Sin pausa. Sin demora. Estamos trabajando en ello, limpiando todo, purificándonos, construyendo, abriendo los nuevos caminos para en justicia y de verdad está vez, liberarnos, liberarte y liberar a todos los nuestros de sus cadenas, de todos sus dolores y hasta de su artera muerte en sus manos macabras. Venceremos, RAMIRO. Te lo juro. Cada pieza va reacomodando la patria que queremos. Caerán todas sus torres, por su propio peso, ya están socavados todos los constructos de la desigualdad y del sojuzgamiento. La rueda no tiene otra opción que girar. El amor no tiene otra opción que la de orgasmarnos de amor horizontal. La existencia fecunda de los pueblos no tiene más opción que entrelazar nos, hasta levantar nuestra dignidad avasallada por la fuerza de las tiranías. Esa dignidad que tu nunca has perdido. La justicia, no tiene más opción que la de zafar de sus cadenas opresora, hasta volver a tener la sabiduría del evangelio, de los ancianos y los niños de los pueblos. Recuerda querido, que la primavera, el beso, las mareas y el curso de la luna, como el de la libertad, son indetenibles. Falta poco, querido. Ya entendimos. El pico en el ojo está extraído. Aquello del ladrón detrás del juez, ya no va más. Recuperamos a pasos gigantes, la antigua capacidad amorosa de estar juntos, de abrirnos paso y de cuidarnos colectivamente, desde lo sacro del alma sana de las tribus, desde su espíritu humanista, solidario, inexcluyente, que se multiplica en cada esquina, con la fuerza arrolladora de la Naturaleza, que está socavando la raíz de la ignominia, que ya casi no respira. Prepárate, querido. Iremos a buscarte, a buscarlos a todos y entre todos, te traeremos a bailar alegremente a las calles de Valparaíso, para que el mar te bese, para que la libertad te abrace para siempre, regresándote al cobijo ternuroso de tu pueblo. No estás solo. Todos somos, en tu celda.
COMPAÑERO PRESIDENTE Hoy, cuatro de septiembre, quien siembre su legado 51 años después, cosechará justicia, poniendo a la milicia al servicio de los pobres, recuperará nuestro cobre y la dignidad perdida. Este es un día que libera en cada uno timbales de esperanza, de vivida nostalgia. Y la historia adquiere sonidos reconocidos en el alma, banderas de todos los colores, de aquel tiempo en que ganamos la bonanza. Creció la música en todas las casas, en las tazas de leche, en el pan, todas las plazas cantaron su serena sinfonía de abuelos y de pajaros. Como siempre, desde el norte y en las sombras, con las armas escondidas, camufladas, se asomaba la guadaña, la saña ponzoñosa poniéndose uniforme hasta rasgar el honor militar que un día hubo, el que estuvo en militares que murieron, que supieron defender la voluntad del pueblo. ¡Allende!!! Gigante desde su levedad profundamente humana, Salvador convencido de su responsabilidad de electo, reconocido por nosotros, por el mundo entero como férreo constructor bolivariano, nuestro mejor hermano, tú no te has muerto, sigues cantando, vienes marchando, vibrando tu voz y tu discurso rubricado con tu sangre, respaldado con la sangre de los nuestros, y con la nuestra, si se hace necesaria. Porque hay sueños pendientes robados por los parias, desgarros sangrados que no admiten más esperas, un sillón de presidente que no alcanza con ningún suplente. Tú, confía, amado compañero, sigue viniendo como un perdón señero en la primera línea de nuestros estandartes, con nuestros críos corajudos, con la gente consecuente que te saben su grito y su baluarte. Compañero presidente, Salvador Allende Gossen, ¡Cómo no quieres que vuelvas! ¡Cómo no alzar tú misma gesta, urgentemente!!
OTRA GOTA DE SANGRE ¡No sólo más sangre sumada al sacrificio! Otra gota del suplicio. Continuado. Es el antes y el después de un Chile desquiciado en el que vivir, no es ni sobrevivir. ¡Chile!!!! ¡Cordero alimentado para el matadero del mercado, en alegre caminar hacia la muerte, con todos nuestros hijos incluidos. Todos Mega convencidos del "progreso", y de que su precio justifica el medio. La sangre golpeándonos la cara no parece sangre.... hasta que no es la propia. Ya no somos -ni de lejos- la copia de un Edén que nos robaron, y que después, solemnemente regalamos en las urnas. A nadie le importa lo que ocurre hoy en la mesa de los sacrificados. La breve sopa de cebolla y lágrimas. ¡Menos en el "rancho" de sus asesinos que festinan, como en la mesa fina, en el opíparo menú dominguero de sus vecinos. Todos creyéndose de primera clase... en la última fase de la miseria humana. Hoy ya no nos cabe ni un engaño. Ni el caro escaño de un Parlamento que no parlamenta con nosotros. Ni una mentira más nos cabe. Solo falta el rayo, que acabe con la sinrazón del patriarcado, de sus armas, de la oligarquía y todo su plomo acaparado. ¡Qué caiga el rayo de una vez!!! ¡Qué caigan al unísono todos los rayos, así acaben con todo el mal del planeta!!!! ¡Porque todo el planeta está sembrado de CADAVERES de niños, que nuestra tolerancia ha asesinado!! ¡Hemos perdido el derecho moral a traer niños al mundo para el horno insaciable de los ricos!! De esos que sonríen con sarcasmo y que nos mienten por toda la tele, con el corvo disfrazado, de planeado genocidio.
ESCLAVOS TODOS Desolada. Soy esclava. Yo, que creí ser la libertad misma, viví enyugada desde el día cero. Yo y mi trino misionero, solo sobrevivimos, hasta esta vejez sin alas, casi sin aliento, mientras afuera brilla el armamento y bulle el pulular de helicópteros y drones, que espían hasta lo que pienso, pa que nadie les sea una amenaza. Este modo de vivir, este sistema, está mortal estratagema del dinero y del poder, lo atestiguan degollados corajudos, los lanzados al mar, la luz de los guerreros puros ..y nosotros, esclavos todos, ellos de su miedo, nosotros en el medio de una estupidez supina, prefabricada, votada y aceptada...apenas. ¡Tan esclavos, que ni notamos las cadenas! ¡Tan desquiciados que hasta nos alegramos entre títulos comprados con el CAE, que re-caen en igual pobreza. ¡Y además esclavos de-mentes!! La gente muere o es asesinada diariamente, delante nuestro, pero en esto de pasar de largo, ya lo olvidamos y en dos minutos más ni sabremos del amargo costal del dolor del otro, ni siquiera del dolor propio, eludido con drogas -compradas- o superfluas diversiones varias. De la divinidad que nos dio el Padre, estamos en el desmadre, en el fondo del escalafón humano, en las manos de locos peligrosos. Nuestras manos solo amasan la tristeza, la torpeza del "hacer" 24/7, sin hacer nada. Si quieres asomarte a la verdad, asómate a los ojos de tus viejos, atérrate observando los ojos de tus niños y haz la pega: se feliz con el cariño y por cariño, con el minuto de amor y el segundo de este aliento, porque este mundo así, no tiene arreglo. Solo vuelve a la ruca, siembra el alimento, gózate del mar, de los pájaros y el cielo. ¡Besa, ama, juega, crea, rueden descalzos por el suelo y abrazados, se tú y los tuyos un bello canto alzado entre Pachamama y firmamento!
NUESTRA HERIDA Todos vivimos en la herida de estos 50 años, como un Chile dividido en genocida tajo abierto. En una herida ulcerada y aún sangrante, que desde ya y en adelante exige ser saldada, cueste lo que cueste. "Por la razón, por la verdad, por la moral" como un grande que sabía a tiempo nos lo dijo, tantas veces. Será que muy adentro crece esta pena insoportable e ineludible para tantos que vamos cojos de un ángel, o de un ojo, o de las calles, o de un despojo imperdonable. La herida necrosada ha atravesado el tiempo, irreparable. Su grito es más que una promesa y no va sujeta a ningún "acuerdo" mentiroso. Mismo silencio, mismas armas. mismos asesinos, mismo hedor a podredumbre humana. Ni mil chamanas, ni mil leyes solapadas, ni compensaciones que no compensan nada, han podido sanar tanta bajeza ni el letal cáncer de la impunidad. El tiempo imperturbable nos va cambiando el cuerpo, inundado de impotencia, de himnos de ausencia y de tristeza, marcados a fuego como su orfandad, como agrandando el frío espacio del ausente al borde de la mesa.
I GRACIAS!!! ESTA VEZ AL CINE!! Acabo de llegar de mi pasado. Del pasado nuestro y vuestro. Tan escabrosamente actual. Acabo de verme, de vernos, casi en un documental, al ver PACTO DE FUGA. Y hasta TUGA, lloraría, como yo, como nosotros. Acabo de verme y de volver a ver a todos los míos. A todos: a todos los de ayer, a mis hijos, a mi marido. Acabo de resentir en este film, el presente, sobre todo a nuestros críos, secuestrados, sojuzgados, retenidos criminalmente tras las rejas, porque es la libertad, la encarcelada, esa que sigue cantando por las calles, porque a la libertad no hay quien la calle, porque hay que trabajar intensamente, arañar la tierra y socavar todos los muros, porque la libertad ta secuestrada. Acabo de llegar, atragantada de gases y de tierra en la misma convicción que nos une y nos uniera, durante tantas y tantas primaveras. Me duele todo el cuerpo como si en mí corriera la sangre qué hay en todo el país, en todo el continente y sus veredas, como si el miedo mismo en mi se convirtiera en el mismo coraje que nos sostiene hoy y que ayer nos sostuviera, por quinientos años. ¡Que trascendental es estar vivos, para ver hacerse mierda todas las cadenas, las armas, los corvos, los torvos ceños que aprietan los gatillos hasta contra nuestros niños!! ¡Llorar toda nuestra pena acumulada! ¡Poder ver como se levantarán resucitados nuestros siempre vivos ejecutados, torturados, maltrechos, magullados, separados de todos los suyos!! Los veremos de nuevo aparecer en el bello amanecer de la Nueva Historia, ya extirpada la gangrena vestida de uniforme, de "poder", de una ambición psicótica de gente obsesionada con el tema del tener, de acumular y de robar hasta las nubes que arropan las estrellas!! Lo hará la Resistencia de las Líneas infinitas qué hay detrás de la Primera!! ¡Las chilenas y extranjeras, porque toda Indoamerica agita su irrenunciable libertad,
II vena por vena, todas abiertas, desplazando la dominación perversa por una colectiva horizontalidad! No sé si el odio se lo tragara la tierra, o se lo llevaran los huracanes o será diluido en los volcanes o los cobrará la justicia del Mar, o si el odio se lo comerá el Amor. No sé si serán rayos los que abrirán las jaulas o si serán otra vez las aulas, las cunas del futuro, sin dobleces. Nadie puede, ni nadie ha podido acallar nuestra canción, y menos al Cantor, este tambor apasionado que truena por las cerros deshaciendo "los amarres" de la puta sedición. Solo sé que el universo está de nuestro lado, que salvaguarda nuestras vidas, que volverá a ser nuestra sacra guarida, con su vara y su cayado, restaurando todos, la tierra, el agua, el aire, cada cuerpo mutilado como un solo cuerpo, gigante, iluminado. Que esta multitud de ojos robados hoy nos instan a VER y RE SOL VER el mejor modo de ser y sernos, de protegernos, hasta acabar con la última bala. Somos la última llama que instala la historia que empezamos a escribir, para definir NOSOTROS lo que Chile y cada país, quiere vivir. No solo es la película, es Chile, es Indoamérica, todo el planeta con su música, su particular memoria expuesta. Es nuestra alma, que corre y que recorre las coordenadas del mañana, la sana relación, la vida sana, el retorno de los nidos, de los árboles y pájaros, de los pueblos colectivos, respetuosos, cobijando por igual cada cría, cada fruto y el nahuatl, parido una y otra vez por las potentes bellas y bellos que saltan torniquetes y prenden cada esquina con sus cuetes derrotando tanques: que en una guerra unilateral busca el desangre de un caudal inagotable, inextinguible, que de forma irreductible escuda con complicidad divina, la fina urdimbre de un Chile indoblegable.
¿Sabes, mi amor? Los pájaros siguen acunando el despertar en las quebradas. Nada saben de la guerra solapada, perversamente intencionada, que derriba a los inocentes que cantaban el sueño de futuro, que apenas levantaban. ¡De los que cantaban, como hacia Camilo a su pichi queche, justo en el mes que se anunciaba! ¡Ta bien morir de viejos! ¡Morir de amor, morir de excesos, morir a besos, PA que la primavera ponga el color a esta negrura! ¡Pero morir a balazos, torturados, quemados, degollados, y a la mala!! ¡Y por la espalda!! ¡Morir sin armas!!! ¡Morir estranguladas y que el lazo de la muerte lo haya instalado un ente sin alma!! ¡Qué mal, Pablo, qué mal Camilo, qué mal Negra, qué mal Manuel, qué mal Rodrigo, ¡¡qué mal Mecha, qué mal Daniela!! ¡Qué mala estrella avala este sistema!! ¡Qué mal todas las muertes que provoca, indebidas y alevosas!! ¡Injusticia amarga!! (Una noche larga que apenas comienza abriendo las consciencias!!) ¡Qué mal que los huincas, esos de plata, mandan a matar y a robarnos todo el fruto de nuestro trabajo, hasta el sagrado derecho de la libertad y de la vida, como en las viejas jornadas genocidas, sólo porque el Rey Midas aún no se cansa! ¡Que nadie, amor mío mate estas crianzas que protege mi vientre para ti, reverdecidas musas, sólida esperanza de un futuro más justo, más feliz!! ¡Qué nada mate tu líquida labranza de húmedas palabras, fecundándome a tus anchas!! ¡Que no queden más orfandades de guerra, porque en esta tierra no supimos defender las hermandades, porque todos somos uno solo, en el viraje odioso, de creernos ser deidades, más que los otros!! ¡Qué no haya más huérfanos ni viudas, ni la ruda potestad de un "Estado" con "casas de menores", porque no supimos, mijo, fundir las balas a tiempo, ni honrar nuestro viejo crucifijo, ni las cunas, ni la infancia, ni la sagrada paz de las escuelas!! ¡Que no hayan más funerales porque creímos en los generales, porque no supimos quitarles los fusiles, fundirles los misiles y amarrar el odio, porque no EXIJIMOS la JUSTICIA, porque estuvimos lerdos PA golpear la mesa de la milicia y exigirles las verdades ¡Todo se cae, mijo!! ¡Y qué bien que se caiga!! ¡Todo se pierde, pero... menos el blanco de nuestros jazmines! ¡Menos este deseo tuyo que viene y me muerde, que me apuntala adentro moviéndonos la sangre en murmullo que nos borda los bellos silencios! ¡Menos este lento recorrido de tus besos, por todos los cerros y hondonadas de todo mi cuerpo! Aunque la ruda intención de la muerte y de la ausencia, en esta noche dolorosa, intensa, en que aprendo contigo a ser mujer y con todos, resistencia.
cuento I DE PARTO SANGRIENTO Cruzo la plaza buscando a Dios y no lo encuentro. Juraría que lo ví en la marcha y que oí su voz. Pero está desaparecido. Solo queda de Él, una mala copia llamada monumento en alguna cumbre al sur de América, más bien, una estatua de sal al mirar atrás y no adelante, sin movimiento. Alguien perdió un zapato ensangrentado. La plaza perdió su sencilla manera de existir, aunque ilusoria y engañada. Ahora huele a guerra, ya no es segura para nadie, para nada, porque nos vienen a matar. Una razia fascista ha eliminado su pudor y arrasó con odio y fuego las fuentes de trabajo. el Apocalipsis trajo todo el terror que prometió. Las cuatro bestias se soban las manos y agrandan sus bolsillos y sus egos hasta romperse, hasta corromperse. Los pajarillos aturdidos no saben dónde hacer sus nidos. La gente solo tiene un tercer ojo y avanza sin temor y sin sonrojo para aprender a gobernarse. Los niños aprenden de inmediato que la muerte es diligente y que viene de unos entes verdes, mentirosos, que los han traicionado, cuando su misión era cuidar. La Moneda, el Congreso y los cuarteles perdieron su razón de ser, ya son solo un holograma fiel de una serie de ciencia ficción, con la que solían embaucarnos. Tapiaron sus ventanas con una "constitución " y todavía nos creen peones weones de "su normalidad". Los críos nos concertaron, sin saber una cita a ciegas con la realidad, con la puta verdad. Y ya no hay ninguna vuelta a atrás. El pueblo sabe lo que quiere y entiende que nadie lo representó. Entonces decide que nunca más confiará, en nadie más delegará su voz y su santa voluntad. Ahora sabe que le queda solo la alegría de ganar, de abrazar llorando, su derecho a gobernar: de ser todo un solo autogobierno donde todos decidimos en conjunto el bien de la comunidad. Sí. Nosotros. Los decentes. Sólo los que traen sus manos sin sangre, sin engañar, sin mandar a matar, sin robarnos la vida y la equidad. Nosotros: los cronopios, visores, restauradores, semilladores de esta re creación colectiva.
II Nosotros los parias marginados de la fuente, conversando, ajustando las correctas directrices, rompiendo todas las matrices que nos matan, que nos hacen mal. Limpiando, purificando, fertilizando el terreno donde vamos a sembrar. Todos perdimos, de un día para otro, la mala costumbre del dejar hacer, dejar pasar. Reemplazamos las agendas por un cuaderno en blanco, para aprendernos y enseñar. Todos perdimos la mentirosa paz que tanto cuidamos, transando hasta con la sangre de los nuestros, hasta tocar este fondo y despertar. El equilibrio consciente se toma todos los espacios, derriba las mentiras, lo inútil, el cáncer social y el opio, suprime todos los robos y todos los balazos. Juzga y encarcela, en ley pareja. divide solo entre el bien y el mal. El Amor y la Justicia, la soberanía, son el tenor de un poema nuevo liberado de la rima, cansina y letal, que nos hiere hasta matarnos. ¡Como CORTAZAR dijo, buceando el infinito, al encontrar la flor con que soñaba, "déjame libertad, acariciar tus pétalos" sembrarte en todos los jardines, cantar para ser todos bailarines en el viento y en la marea humana, zumbarle cacerolas al horror de las balas hasta que como en Jericó, desaparezcan!! ¡Olerte, olerte, olerte hasta que amanezca en todas las tierras castigadas verticalmente! Amanece. Definitivamente. Todo recupera su sentido, real y consensuado, por fin se nos pregunta lo que hemos opinado. Y eso es. Porque el presente, es, horizontalmente, es, en los estertores de este parto sangriento que nos crucifica. "¿Quién dijo que todo está perdido y que no este el momento?" ¡En nuestro seno amoroso y colectivo ya amamantamos y mecimos al crío más hermoso que hemos parido!!!