Antología

ANTOLOGÍA 50 MUJERES A 50 AÑOS DE…

MATILDE KURAMIL

INSURRECTA

Esta es su verdad
sangre de todos los colores
que galopa en sus arterias
días delirantes
permeados de insurrección
nacimiento de las palabras
que decanta en su lengua iluminada
desprendida del yugo colonial.

Y pregunta
             Y dice
Y canta
reza a la madre que se engendró a si misma
Y susurra 
            Y gime
Y grita 
Deletrea el regocijo de su propio cuerpo.


Esta es su verdad
pintada en canónicos muros
que no pudieron en su contra
Las deidades cayeron 
noche secular de la razón
que involuciona a la caverna
de austral a boreal su candil
relumbra la promesa libertaria.






CUERPO-ESCOMBRO


La cuna no abrigó
el pequeño cuerpo-nuevo.
Sin canción o
cuento de buenas noches,
sin beso en la frente.
Su primera palabra
desvanecida
en el ruido de 
su propia existencia.
Un techo frío
cubrió los sueños,
las estrellas 
no fueron suficiente luz.

La escuela no escucho
el sollozo mudo del cuerpo-niño.
La mirada de auxilio
el grito atorado en el cuello.
Nadie lo llevó de la mano
El primer día de clases,
ni guardó su diente de leche.
No hubo espacio
que pudiera soportar
su ausencia impenetrable,
la tarea inconclusa.
El pupitre  Abandonó 
los ojos tristes.

La ciudad lo tragó
engullendo sueños infantes.
Aparece de vez en cuando
en el noticiero de la tarde
con distinto nombre.
Un puente, una esquina,
una plaza lo contienen.
La estadística lo descubrió,
señores con corbata
lo bautizaron
Flaite
      delincuente
                Antisocial
                            Cuerpo-escombro.
Se perdió
Su cuerpo-nuevo
                               Cuerpo-niño
                                                      No lo vimos, 
                              Cerramos los ojos 
                                                    con una mueca de asco
                le endosamos la culpa de nuestra indolencia.

                                            


NICOLÁS

Abrazo la diversidad
con peluca azul y labios pintados.
Busco el espacio para encontrarte
reconocerte, para llamarte
por tu nombre y no por el que otros
te impusieron.
Observo tus ojos brillantes
sedientos de palabras
que contarán tu historia.
Estas aquí, estoy contigo,
repito tu nombre
para no olvidarlo,
para no apagar tu voz
y tu canción inconclusa.
Abrazo tu excentricidad,
tu coraje
aunque no finalices la lección de hoy
o la tarea no esté terminada.
Sé que me llevas ventaja
tus colores están en otro lugar
donde aún no llego.
.
DE: ÁRBOLES Y VIOLINES

***

Nos embriagamos
con el perfume de la tarde
sin construir planes
para tal cometido.
Recuerdo el tamaño
de ese día,
el color de las calles
por las que llegaste,
los pájaros que volaron
sobre nuestras cabezas
cuando la noche
nos condujo al deseo.

PALABRAS TRAMPOSAS


A la pequeña Lissette Villa1
Trastorno de personalidad
nombraron la falta de amor,
inexistencia del beso
de buenas noches,
brazos protectores que
fueron gruesas espinas.
Familia disfuncional
nombraron el abandono,
infancia a la deriva,
manos partidas por el frío,
hambre que carcome
los sueños y la risa.
Técnicas de contención dijeron,
sin comprender la rabia
acumulada tras la tristeza
que golpeó por once años
la existencia de tus colores
en la cueva que te pusieron.



1 Niña de 11 años muerta el 11 de Abril de 2016, en manos de sus
cuidadoras en el centro CREAD Galvarino, dependiente del SENAME.
BIOGRAFÍA
MATILDE KURAMIL

Paola Sánchez Córdova
Noviembre 1977, La Legua/ Mestiza / Feminista / Profesora /  Publicación : “Arboles y violines” (2019), Editorial la otra costilla / Participaciones literarias antologías “Paisajes”, “Vecindades”(Casa de la Cultura José Manuel Parada), antología “Subverso” (Taller subverso), Antología “Por una infancia con derechos” (Fundación Infancia), Antología “Periféricas” (Periféricas ediciones)/ Antología “Lecturas de Género”(Revista digital Nudos),/Exploradora teatral “Anticolectivo canapés de centolla”/ Cuentera esporádica/ Entrevistadora online “Tres cucharadas y a la papa” (Esc. Cuarto creciente)/acariciadora de gatos/ coleccionista de palabras/aficionada de medio tiempo a la indagación de la ternura.

***

No importa cuánto sol entre en mi boca
pues siempre tengo sed.
Aunque sumerja las horas, los días y la vida
en la memoria de tu risa,
de tus manos, tus ojos cómplices,
no cede la búsqueda de tu sombra
azul en mi espalda.
Cuando llegas
pongo una página en blanco sobre la mesa.
Luego, sin que lo notes
voy recogiendo tus palabras,
besándolas cada una,
acomodándolas con ternura
en ese fragmento de tiempo
que compartimos.
Cuando te vas
algo de mí queda a oscuras.
Entonces mis pasos desean buscar tu calle,
tu puerta, los ladridos de tu perro
mientras mueve la cola.
Buscar tu abrazo,
tu beso de buenos días
con los ojos recién nacidos
a la mañana nueva.
No importa cuantos árboles
caigan en tu alameda
o si los puentes antiguos
ya no conducen a sitio alguno
ni a la hora que despierte
el día en tu calendario
pues yo estaré aquí
con las manos abiertas,
mis besos azules
e intacta la sed.                                                                                                                                         DE: ÁRBOLES Y VIOLINES

TRAPITOS AL SOL

Chuño pal’ norte 
piñen pal’ sur
barramos la memoria bajo la alfombra
la fosa común de los sin nombre
¿para qué sacar los trapitos al sol?

Chuño pal’ norte
sangre, sudor y pampa
en la esquina innombrable de la historia
chupilca del diablo, soldado pobre
en su traje azulirojo comprado al amo.
ficha salitrera cambiada por harina y azúcar
churrasca caliente pa’ acallar el hambre
queso de cabra, aceituna amarga
cochozanco pa’ calmar la tripa.
En el pique clandestino o a tajo abierto
calamorro roto, por donde se cuela el frío.
Escuela Santa María de Iquique. 
añañuca muerta por la rueda
de un cuatro por cuatro.
río seco, relave que levanta el viento.

Chuño pal’ norte 
piñen pal’ sur
barramos la memoria bajo la alfombra
la fosa séptica chilensis se rebalsa
¿para qué escarbar el pasado?

Piñen pal’ sur
sangre, dolor y bosque
leyenda contada en tercera persona
expropiación de tierra firmada con vino
parlamento embustero de sucio hierro.
latifundio que hace emerger a los guachos.
Piñón cocido en agua pa’ hacer catutos
papa chuño, escondida en la vertiente
pa’ que no la robe el winka.
Alto Bio bio inundando el cementerio.
Machi Celestino Córdova en huelga de hambre
evidenciar la herencia es terrorismo.
bosque nativo mutilado
forestal usurpadora
ñañas muertas, silencio cómplice.

Chuño pal’ norte 
piñen pal’ sur
y en el centro
justo en el centro
la mierda aflora como un cimiento,
ha llegado la hora de ajustar cuentas
aún faltan tantos nombres 
existen tantas verdades a medias,
no logro despertar un día
sin que crezca la lista de mis muertas.
paren la wea, paren la wea
la justicia tiene la sangre seca.
Antes 
de estas cenizas
Escombros blanquecinos de la memoria
Retratados en los muros,
Asfalto que atropella
El verde que un día 
Atrapamos en los ojos.












Antes 
de estas cenizas
Escombros blanquecinos de la memoria
Retratados en los muros,
Asfalto que atropella
El verde que un día 
Atrapamos en los ojos.

Antes 
de esta vereda
Que nos fragmentó hasta lo indecible
Donde ardió la barricada
Llena de banderas y consignas
Música que otro tiempo
Encumbramos los sueños.

Antes 
de que desapareciéramos
nos encontramos
Revueltos
 trenzados
Envueltos 
Eternos

Antes
de reverdecernos
volver a ser árbol
bosque
río
valle indómito
Avanzando
En el curso de la historia

Antes
fuimos calle.






PAN Y CEBOLLA

Mis viejos tienen un amor a la antigua,
de esos que parecen extintos.
Después de 44 años juntos
que han sido realmente:
“contigo pan y cebolla”,
“en la salud y la enfermedad”
Ellos caminan en la calle de la mano
se ríen de las personas y su apuro robótico.
Con su paso lento se asombran en todas las esquinas
del tamaño del día, se miran a los ojos
con una complicidad que han cultivado
desde que tienen memoria.
Ella lo tiene grabado en su celular
como “Mi amor”, responde coqueta
cuando ve la llamada entrando.
Él le trae de regalo
después de la dura jornada de obrero
los dulces que a ella le gustan o unas frutas.
Ella agradece con un beso.
Cuando se enojan, ella le hace la ley del hielo.
Él, después de un tiempo hace que nada pasó
(siempre me he preguntado si hablan del tema
o si sólo lo olvidan y ya).
Me enternece ver a mis viejos.
No necesitan nada
todo lo demás sobra, pues se tienen ellos.                                             De: ÁRBOLES Y VIOLINES

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